Multitud de personas en el tercer día de la Fiesta de la Luz

A las 18:30, las calles del Centro Histórico se peatonizaron, miles de personas a pie hacían su entrada por las calles Guayaquil, Briceño, Caldas todos con un solo objetivo: poder ser testigos de la Fiesta de la Luz, del arte de la luz, proyectado en plazas e iglesias patrimoniales, hasta las 22:00 habían recorrido el centro de Quito alrededor de 656 000 personas.

Torre Mitad del Mundo de Miguel Vélez abre el recorrido, Quito ubicado en un lugar especial en el mundo lo que le hace tan distinto y maravilloso, la gente se quedaba admirando las luces que se proyectaban sobre los edificios contiguos.

Ríos de personas transitaban por la calle Caldas, subían para admirar el arte de luz proyectado sobre las paredes de la Basílica, una forma diferente de admirar esta iglesia que se alza majestuosa en la ciudad.

Richard Trujillo, vino desde Guayllabamba a admirar y vivir la Fiesta de la Luz «una belleza hecha realidad y con el resplandor de las luces queda hermosísimo, no hay palabras para describir sinceramente. Mire me voy satisfecho, pero no me quiero ir, porque no cansa a los ojos lo hermoso que esta».

La gente, de manera más ordenada, respetaba las indicaciones de los miembros de la Policía Metropolitana, y caminaban por las calles utilizándolas en doble vía, o en un solo sentido según era el caso.

“En esta noche me parece espectacular el trabajo que ha hecho el Municipio de Quito, en verdad la Basílica se encuentra hermosa es uno de nuestros patrimonios y es bueno que hagan estas actividades para promocionarnos, tanto, en el exterior como en nuestra ciudad, súper bien, me parece genial», dijo Carolina Carrión.

Manuel Jaramillo vino desde Loja con toda su familia, exclusivamente, para observar y vivir la Fiesta de la Luz “excelentísimo, por eso mismo, hemos venido desde Loja esto le atrae al turismo, una cosa muy excepcional, muy bueno, muy bueno, se les felicita” dijo.

La Fiesta de la Luz se proyectará hasta el 13 de agosto, aún tiene tiempo para vivir y experimentar con un evento único en el Ecuador y en América Latina, además, es la oportunidad de caminar por las calles de Quito y recordar la razón por la que la Carita de Dios fue declara el primer Patrimonio Cultural de la Humanidad.