“Municipio Saludable y barrios saludables” de Quito llegaron hasta Escocia
El Municipio del Distrito Metropolitano de Quito a través de la Secretaría de Salud, presentó en la ciudad de Aberdeen Escocia, la estrategia “Municipio Saludable y Barrios Saludables” que lleva adelante la actual administración.
Municipio Saludable y Barrios Saludables, es una estrategia desarrollada por la Secretaría de Salud, bajo la premisa que la salud y el bienestar son posibles mediante una acción intersectorial que involucra a la comunidad empoderada que participa activamente en las soluciones a los problemas de salud y sus causas.
Del 19 al 21 de octubre de 2017 se reunieron en la ciudad de Aberdeen-Escocia representantes de los participantes del proyecto: Boston, Ohio, Vermont, New England, y Albuquerque ciudades de los EE.UU y 12 a nivel mundial: Sao Paulo, Brazil; Blo Blo, Chile; Ngati Porou Hauora, Nueva Zelanda; Aberdeen, Escocia, Pomjurje, Eslovenia entre otras.
“Municipio Saludable y Barrios Saludables: cerrando brechas de inequidad en salud”, fue seleccionada en octubre del 2016 para formar parte de un proyecto global denominado “Shaping Health” que busca documentar prácticas innovadoras que promuevan el empoderamiento y la participación ciudadana en salud. El proyecto es liderado por el Centro para Capacitación e Investigación (TARSC por sus siglas en inglés) y financiado por la Fundación Robert Wood Johnson.
Francisco Obando, Coordinador de la Dirección de Políticas y Planeamiento de la Secretaría de Salud, presentó en el encuentro realizado en Aberdeen-Escocia la experiencia que se vive en la capital, y puso como un ejemplo a seguirse en otras ciudades del mundo. Se invita a conocer más el trabajo realizado en los siguientes enlaces: estudio de caso Quito y TARSC
Algunas de las lecciones aprendidas de los 17 estudios de caso fueron:
1.La participación social es un mecanismo para mejorar la salud y también constituye un derecho ciudadano. Es un derecho, un objetivo democrático y un mecanismo para mejorar las condiciones que determinan la salud.
2.La experiencia de la comunidad, el activismo y liderazgo comunitario son la base de la participación social en salud. La experiencia y conocimiento de la comunidad informan el análisis y la definición de prioridades en la toma de decisiones y el diseño de servicios y programas. Esto implica que se identifique, invierta y promueva el liderazgo comunitario y requiere que se fortalezca las aptitudes de comunicación, negociación y habilidades funcionales.
3.Procesos de participación y empoderamiento social prosperan cuando los servicios y programas para fomentar salud son implementados en espacios comunitarios como escuelas, mercados, lugares de trabajo, cabildos barriales, entre otros. En estos escenarios se puede sobrellevar de mejor manera desbalances de poder que existen y permite que programas y servicios sean centrados en las personas.
4.Los sistemas que buscan mejorar la salud deben ser centrados en la gente, la salud poblacional, y la atención primaria en salud que trabaja con todos los sectores. La voz de la comunidad en la toma de decisiones requiere que exista un enfoque en prácticas de trabajo en equipo del personal que provee los servicios para involucrar a la comunidad en la planificación y monitoreo de acciones para la salud poblacional.
5.Se debe fomentar la participación en espacios formales e informales, donde espacios informales son más flexibles, inclusivos y accesibles para la comunidad. Mecanismos formales, son legalmente constituidos, y proveen una manera para el dialogo entre la comunidad y los servicios y para el co-seguimiento.
6.Facilitadores institucionales tienen un rol fundamental como organizadores, catalizadores y entes de apoyo de los procesos. Instituciones que toman este rol son visionarias y fomentan la gestión, el involucramiento de personal y voluntarios, la experiencia de trabajo colaborativo.
7.Es necesario compartir información y procesos participativos para almacenar, analizar, discutir y usar evidencia comunitaria en la planificación, implementación y evaluación de proyectos y servicios.
8.Proveer recursos para participación social en salud que fomentan el entrelace entre decisiones y acciones – como fondos concursables, certificaciones comunitarias, entre otros.
9.Aprendizaje de la acción y evaluación de los involucrados es importante y se la debe fomentar desde sistemas de salud. Esta evaluación se la debe realizar en base a las prioridades de la comunidad así como institucionales.