En la Zona Calderón, 29 vías se rehabilitaron en el 2017
La Alcaldía del Distrito Metropolitano de Quito a través de la Administración Zonal Calderón, dentro de su plan de obras ejecutado en el 2017, realizó el asfaltado y adoquinado de 29 accesos viales principales para el beneficio aproximado de 100.000 moradores de la zona, realizados con una inversión de USD. 1’ 479.627, 30.
Estas obras fueron seleccionadas en Asambleas de Presupuesto Participativo (A.P.P.) por líderes comunitarios de las Parroquias Calderón y Llano Chico, desarrolladas en noviembre del 2016.
Para la comunidad, la construcción de bordillos y accesos viales de las principales vías, son su necesidad prioritaria.
Esta tarea se cumple a través de dos metodologías de trabajo:
Cogestión (19), método en el cual la institución municipal se responsabiliza de los estudios y fiscalización de la obra, además de la entrega de material pétreo, adoquín y cemento. La comunidad, en cambio aporta con mano de obra y volqueta para el retiro de material. Entre estas calles constan: Ernesto Quezada, Iñaquito, Paris, Pedro Cabezas, Rafael Calvache, El Triunfo, Toctiuco, Marín, Ecuatoriana, entre otras.
Contratación Directa (10), método en el que la institución municipal adjudica el trabajo a través del portal de compras públicas a una empresa o profesional de la construcción, en base a la oferta de mayor conveniencia para la entidad otorgante. Entre ellas se realizó la construcción de bordillos y asfalto de: San Isidro Labrador; Carapungo; Gorriones; Tantaleo; Rafael León, 17 de Septiembre, etc.
Para el presente año, en asambleas de P.P. los moradores seleccionaron la ejecución de 32 vías, 27 a construirse en la Parroquia Calderón y cinco en Llano Chico, para el bienestar de más de 80.000 habitantes.
Esta actividad se cumple con una inversión aproximada de USD. 1’750. 336.
Es vital que se repavimente la calle El Arenal que va desde la Geovanny Calles hasta la Panamericana Norte, que a su vez pasa por la parte frontal del conjunto habitacional Casales Buenaventura. Está totalmente destruida y como es sumamente estrecha y de doble vía, los conductores que tratan de evitar los innumerables baches corren muchos riegos y se prodce mucha interrupción vehicular en las horas pico. No se diga de las aceras, que son un peligro en vez de seguridad peatonal.