Una calle de mil años, en Quito
Desde antes de los Incas, hace mil años, ya había una vía de entrada al sur del Tiangues de Quito, donde hoy es la avenida Maldonado.
Bajo el tibio sol mañanero de Quito, sube por la Recoleta Blanca Guapi. Está sola y se esfuerza empujando un carro de fruta hasta alcanzar la puerta su tienda de abastos en la avenida Maldonado.
Cuando se detiene cansada, regresa y mira la subida que acaba de vencer. Hacia abajo corre la histórica calle Maldonado. Quizá hace un milenio, alguna mujer como Blanca, del pueblo Puruha, empujaba una carreta de fruta hacia el Tiánguez (mercado pre-incásico), que según los historiadores se asentaba donde hoy es la plaza de San Francisco.
Según el cronista de la ciudad, Patricio Guerra, los primeros registros de esta calle van mucho antes de la llegada de los Incas, cuando esto era un importante mercado (Tiangues).
Cuando llegaron los Incas pusieron su cuartel general, en lo que luego fue San Sebastián, en esta calle, y por ahí accedieron a Quito.
También fue el acceso sur con la llegada de los españoles. En la parte superior se establece la Plaza de Santo Domingo junto al convento y el arco. La vía, entonces, estaba llena de hospederías y mesones, por lo que se la denominó la calle del Mesón.
Hacia la quebrada estaba el área de recogimiento, de la orden de los Dominicos. Hasta hoy el sector mantiene el nombre de La Recoleta.
Junto al Arco de Santo Domingo se fijó la partida de la carretera sur. Aún está el obelisco al presidente García Moreno, ejecutor de la obra.
En la subida de Cumandá vivían los próceres José Mejía Lequerica y Eugenio Espejo. En la Recoleta se hizo un centro ferial, que a la postre pasaría a ser el Ministerio de Defensa.
En 1909 está vía fue la conexión con el ferrocarril y hacia el sur albergó, en sus costados, a importantes industrias téxtileras, así como a los famosos Molinos Poultier.
En la actualidad la Alcaldía pretende devolver al deteriorado sector, su antigua gloria y esplendor. Para lo cual repavimentó desde el Arco de Santo Domingo, al puente del Machángara, se soterrará cables, se dará acabado a los muros de piedra y a las aceras, además de bordillos con piso podo táctil, según el fiscalizador del Instituto de Patrimonio Cultural del Municipio, Marco Jara.
Se renovó el parque de la recoleta, los parterres. Se pintará fachadas y se señalizará. Todo con una inversión de medio millón de dólares. La regeneración, del Paseo Histórico de la Avenida Maldonado, se inaugurará la primera semana de abril.
Es muy penoso que la gente que escribe en los medios no tenga cultura general, en el suceso de la noticia presentada se da a la ciudadanía la idea de «una mujer puruha subbiendo su carreta» sabiendo que estos pueblos desde los Incas y anteriores, no conocieron la rueda, se espera una rectificación o por lo menos un reconocimiento del error