Los instructores de la AMC son los encargados de abrir expedientes administrativos
Ante la imposición de una sanción o el levantamiento de un acto administrativo, todos los ciudadanos tienen derecho al debido proceso y es por ello que la Agencia Metropolitana de Control (AMC), en cumplimiento con lo establecido en el Código Orgánico Administrativo, tiene diferentes Direcciones Metropolitanas por las que un proceso pasa hasta finalmente ser sancionado, o no.
La Dirección Metropolitana de Instrucción de la AMC cuenta con 21 instructores metropolitanos quienes son los encargados de abrir expedientes administrativos a través del levantamiento de actos de inicio del procedimiento administrativo sancionador, sustanciación de dichos procesos y atención a las pruebas.
Un instructor metropolitano también participa en operativos e inspecciones, teniendo plena potestad sancionadora ante el incumplimiento de la normativa metropolitana. El levantamiento de un acto administrativo de inicio puede darse de manera ordinaria ante la emisión de un informe previo, o bien por flagrancia en el momento del hecho.
Jeymmy Yamá es abogada y madre de familia, se desempeña instructora de la AMC en la zona Los Chillos. Debido al carácter multicompetente de esta institución, ella tiene a su cargo una cantidad significativa de expedientes por abrir o ya abiertos que merecen ser atendidos y sustanciados; ante esto, organiza su trabajo en base a la fecha de los mismos, con el propósito de despacharlos rápidamente y evitar a toda costa que el proceso caduque. Además del trabajo administrativo, como instructora metropolitana tiene una planificación mensual de operativos a los que debe asistir para ejercer su potestad de sanción y control ante la informalidad en la ciudad.
Las agresiones y amenazas a funcionarios de la AMC son recurrentes, y la experiencia de esta instructora no es la excepción. Hace algún tiempo, fue parte de un operativo en el que se tomó la medida cautelar de clausura a un centro de tolerancia en el Centro Histórico de la ciudad; en ese momento, las trabajadoras del lugar amedrentaron contra los funcionarios con palos y piedras. Sin embargo, con la seguridad brindada por la Policía Nacional, el proceso administrativo se inició y la medida cautelar de clausura se llevó a cabo.
Al momento de realizar su trabajo de campo y tener contacto directo con la ciudadanía, Jeymmy ha podido evidenciar que una de las principales problemáticas que aquejan a la ciudad es el mal uso del espacio público y el desarrollo de actividades económicas informales, esta, además de ser una de las principales quejas ciudadanas, es uno de los ejes donde la AMC trabaja arduamente por combatir. Esta instructora destaca que el cumplimiento de las Ordenanzas Metropolitanas se sustenta en la socialización de las mismas y en que la ciudadanía comprenda claramente cuál es el accionar y competencias de la Agencia Metropolitana de Control.
Jeymmy es madre de un hermoso bebé y disfruta al máximo cada instante que tiene con su familia. Sin embargo, el cumplimiento de sus actividades laborales es también algo primordial y en ocasiones ha tenido que dejar a su hijo por cumplir con su deber, haciéndolo con responsabilidad y amor a su trabajo. Ella cuenta con el total apoyo de su esposo, quien admira, destaca y reconoce el trabajo que hace por lograr una ciudad ordenada, donde prime la convivencia pacífica. “El día que tengas que trabajar, da el 100% de ti y cuando estés con tu familia, enfócate de igual manera al 100% en ellos”, afirma.
Una vez graduada como abogada, Jeymmy soñaba con pertenecer a una institución e ir creciendo en la misma, la Agencia Metropolitana de Control le ha brindado este crecimiento, no solo en el ámbito profesional sino en el personal. Además, tiene un alto sentimiento de pertenencia con la institución y destaca que el accionar de la AMC es uno de los pilares fundamentales para lograr un Quito donde exista orden, seguridad y convivencia pacífica.
La AMC es la entidad encargada de los procesos administrativos sancionadores del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito respecto a sus competencias, de estas las principales son: mala utilización del espacio público; libadores en la vía pública; construcciones sin licencias; control del arbolado público, grafitis, fachadas y aceras; mala tenencia de la fauna urbana; control del ejercicio de actividades económicas, sean estas fijas o ambulantes, sin los permisos respectivos; publicidad exterior; depósito de residuos sólidos, tales como escombros en predios inhabitados, quebradas o espacio público en general; espectáculos públicos, entre otros.
Los funcionarios de las diferentes áreas y direcciones de la Agencia Metropolitana de Control están trabajando diariamente por erradicar la informalidad y fomentar el cumplimiento de la normativa metropolitana respecto a las competencias que tiene a su cargo, persiguiendo el objetivo de tener una ciudad en orden.