Estrategia municipal para el desarrollo de Mercados saludables
El cabildo capitalino atiende a los mercados populares como valiosos espacios de encuentro de una comunidad, en los que se refleja la cultura y las tradiciones de un territorio. Por ello el intercambio de conocimientos, saberes y alimentos debe darse en ambientes propicios y seguros, garantizando así, entornos de convivencia comunitaria.
En ese sentido, la Secretaria Metropolitana de Salud bajo el Programa Nacional Municipios Saludables trabaja para que los mercados municipales fomenten estilos de vida saludable y los ciudadanos retomen el consumo de alimentos naturales, sanos y seguros. Y a la vez se fortalezca la economía popular y solidaria.
Con esta premisa fundamental, la Secretaría Metropolitana de Salud convocó a todas las áreas del cabildo capitalino para conformar la “Unidad de Intervención Emergente de Mercados” con el fin de impulsar la estrategia de Mercados Saludables bajo una visión integral de desarrollo y progreso de estos centros de abastecimiento popular.
Mediante la estrategia “Mi Mercado” se cumplirá medidas preventivas y se establecerá principios básicos necesarios para garantizar la inocuidad y calidad de los alimentos en cualquier etapa de su manejo: distribución, transporte, almacenamiento y comercialización.
El equipo intersectorial municipal realizó una revisión preliminar de la matriz de intervención y se recogió el aporte de ideas, iniciativas y sugerencias, incluida la visión de los mismos comerciantes, para la elaboración de una hoja de ruta gerencial y se generó los compromisos para cada dependencia.
Toda esta labor municipal se enmarca en el estricto cumplimiento de lo que señala la Constitución de la República en sus artículos 32, 36, donde se garantiza el derecho a la salud. Al igual que el artículo 281 donde se establece que “la soberanía alimentaria constituye un objetivo estratégico…”.
La Ley Orgánica de Salud en su artículo 147 dispone: “La autoridad sanitaria nacional, en coordinación con los municipios, establecerá programas de educación sanitaria para productores, manipuladores y consumidores de alimentos, fomentando la higiene, la salud individual y colectiva y la protección del medio ambiente”.
El Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización, en su artículo 134, literal habla sobre c), “Ejercicio de la competencia de fomento de la seguridad alimentaria”.
En el ámbito internacional, la Carta de Ottawa (1986), adoptada en la Conferencia Internacional de Promoción de la Salud, recomienda a los países signatarios un compromiso a favor de la promoción de la salud, a través de la adopción de políticas públicas saludables.
El Servicio de Acreditación Ecuatoriano mantiene registrados a organismos de certificación de sistemas de gestión para mercados saludables con base en los requisitos especificados en la norma técnica ecuatoriana NTE INEN 2687 sobre Mercados saludables, en su Capítulo de Requisitos, “establece los requisitos y prácticas que deben cumplir los mercados para la comercialización y/o elaboración de alimentos inocuos, aptos para el consumo humano”.
El implementar la estrategia municipal “Mi Mercado” permitirá alcanzar beneficios a los comerciantes como mejorar las ventas y sus ingresos económicos, mejorar la calidad de sus productos, mejorar el ambiente de trabajo, disminuir pérdidas y desperdicios, evitar las enfermedades transmitidas por alimentos, disfrutar y aprovechar los espacios de intercambio ciudadano.
Una vez que un mercado cumpla con los requisitos mínimos, se le otorgará un reconocimiento como mercado responsable. Este reconocimiento contará con el aval del MSP, la AME y la OPS.
Los requisitos mínimos versan sobre las 12 temáticas fundamentales: infraestructura; servicios; equipos y utensilios; adquisición; comercialización y transporte; recepción y almacenamiento de alimentos; puesto de comercialización; preparación de alimentos; limpieza y desinfección; control de plagas; capacitación, y promoción de la salud.
Un mercado certificado como saludable, debe estar alejado de fuentes de contaminación, contar con una infraestructura física básica que facilite el control de plagas, condiciones sanitarias adecuadas, instalaciones de servicio higiénico, iluminación y ventilación, suministro de agua, y un buen manejo de desechos sólidos, líquidos y drenaje.
La ciudadanía en general se verá beneficiada con la disponibilidad permanente de alimentos diversos, inocuos y culturalmente apropiados; acceso a elementos de salud ancestral; facilidad en el intercambio de semillas nativas; acceso a la cocina tradicional ecuatoriana; contar con un ambiente limpio y agradable de compra; ser tratado amablemente y disponer de un espacio de encuentro comunitario.