Causas de muerte de Iguiñaro sigue en análisis
- No existe un informe oficial que haya sido entregado a las autoridades ambientales
- Iguiñaro promovió el trabajo colaborativo que motiva el sentido del Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Ecuador
El Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino del Ecuador lamenta de sobremanera el deceso del cóndor Iguiñaro; un hecho conocido, públicamente el pasado viernes 11 de septiembre del 2020. Su muerte entristece a las instituciones y personas que conforman este grupo de trabajo, que junta los esfuerzos de la sociedad civil junto a la autoridad ambiental nacional.
Es importante recordar que el cóndor Iguiñaro fue rescatado por la ciudadanía en la parroquia de El Quinche, nororiente de Quito, tras haber recibido un disparo que lo mantuvo bajo cuidado humano durante 33 días. Valoramos, especialmente, el rescate por parte de la ciudadanía, pero repudiamos el delito ambiental perpetrado por el disparo a una especie amenazada y protegida.
Su retorno al vuelo libre congregó el esfuerzo mancomunado de varias instituciones junto a la autoridad ambiental. Iguiñaro promovió el trabajo colaborativo que motiva el sentido de este Grupo que ha realizado varios rescates y reinserciones de cóndores silvestres. Fueron más de tres meses los que el cóndor voló en los páramos del país, el deseo siempre fue que el vuelo persistiera mucho más tiempo.
Las causas de su muerte están todavía bajo análisis, y aún no existe un informe oficial que haya sido entregado a las autoridades ambientales ni al Grupo Cóndor (entidad avalada, por acuerdo ministerial, como ente consultivo para asuntos relacionados a esta especie). La información difundida por medios de comunicación deberá ser contrastada. Es lamentable que se haya priorizado intervenciones personales, antes que el procedimiento y versión que aglutina a todas las entidades llamadas a precautelar al cóndor.
Son los años más difíciles para esta especie en Ecuador, pues los eventos que atestiguamos en los que se reportan cóndores heridos o muertos, se repiten con una periodicidad inusual. Llamamos a la comunidad en general a valorar al cóndor más allá de la declaración nominal de ave emblema nacional, para que persista en los ecosistemas, y que los esfuerzos para conservarla surtan un efecto real.