68 mil atenciones en los Centros de Equidad y Justicia y Juntas Metropolitanas de Protección de Derechos
Durante 2020, la Secretaría de Inclusión Social, a través de la Dirección Metropolitana de Gestión de Servicios de Apoyo a víctimas de violencia intrafamiliar, familiar, género, maltrato infantil y violencia sexual, ‘VIF’, brindó más de 68 mil atenciones gratuitas a la ciudadanía capitalina, en los Centros de Equidad y Justicia -CEJ-, y Juntas Metropolitanas de Protección de Derechos.
De este total, alrededor de 61 mil atenciones responden a los servicios ofertados por los seis CEJ y una delegación distribuidos a lo largo del Distrito Metropolitano de Quito y cuyo objetivo es contribuir en la construcción de una cultura de paz mediante la promoción de derechos y la atención integral.
Talleres y capacitaciones para la promoción de derechos, apoyo psicológico, trabajo social y auspicio legal son, entre otros, los principales servicios en beneficio de la comunidad, esencialmente para aquellas personas que han sido víctimas de violencia de género, intrafamiliar e institucional, maltrato infantil y delitos sexuales.
Las 4 Juntas Metropolitanas de Protección de Derechos tuvieron más de 7 mil casos derivados de vulneración de derechos en niños, niñas y adolescentes. Estas entidades tienen como misión velar por los derechos individuales y colectivos, a través de medidas y resoluciones administrativas de protección y restitución dentro del Distrito.
El 75% de los casos atendidos de vulneración de derechos hacia niños, niñas y adolescentes fueron negligencia, maltrato físico y psicológico. Con menor incidencia, existen temas relacionados con trabajo infantil, vulneración de derechos en el sistema educativo y violencia sexual.
En agosto de 2020, a través de la resolución de Alcaldía No. A-055, la Dirección VIF y sus unidades administrativas: Centros de Equidad y Justicia, y Juntas Metropolitanas de Protección de Derechos; pasaron a formar parte de la estructura administrativa de la Secretaría de Inclusión Social, con lo cual el modelo de gestión se reorientó hacia un enfoque de inclusión, prevención, protección y participación ciudadana.
Pese a la emergencia sanitaria y a las restricciones de movilidad, el trabajo de estos centros de atención se mantuvo con una atención permanente, combinando la asistencia presencial con las herramientas tecnológicas a fin de garantizar la seguridad del personal y de los usuarios.