Quito Biodiverso: identificación del ciudadano con su entorno natural
Con foros, talleres virtuales, capacitaciones a comunicadores sociales, campañas de concienciación sobre el oso y cóndor andino, Quito biodiverso sigue trabajando. El objetivo de promover un mayor conocimiento y valoración del patrimonio natural de la capital.
Cuatro componentes esenciales contemplan este programa: educación y comunicación ambiental, conservación de la rana marsupial andina, rescate y manejo de fauna silvestre y arbolado urbano. Uno de sus ejes principales es la educación ciudadana, a través de la participación de pobladores de la comuna de Iguiñaro y el barrio La Josefina.
Mensualmente se realizan encuentros con la naturaleza para tejer una relación cercana entre la gente y su entorno natural. La acción activa de los líderes comunitarios de estas zonas y la participación de sus pobladores ha sido indispensable para ejecutar el proyecto. Hasta marzo de este año, Quito Biodiverso ha trabajado con 350 niños, niñas, jóvenes y adultos, grupos objetivos escogidos para el proyecto.
Quito Biodiverso cuenta con el financiamiento del Fondo Ambiental y el soporte técnico de la Secretaría de Ambiente del DMQ esto por cuanto es uno de los proyectos ganadores de los fondos concursables de la décima convocatoria, en la quinta categoría: Educación y Comunicación del patrimonio natural quiteño.
Esta iniciativa surge como una acción que busca enfrentar factores adversos a la conservación del patrimonio natural de la ciudad y sus amenazas; el escaso conocimiento de la ciudadanía sobre la flora y fauna de la urbe donde habita; el deterioro de las quebradas de Quito, zonas donde habitan especies endémicas de animales y plantas con diversos valores; la poca identificación del arbolado urbano como un elemento patrimonial que va más allá de ser un elemento de ornato; y la falta de procesos educativos consolidados que fomenten una participación ciudadana más activa y efectiva por la gestión ambiental.
“Quito Biodiverso busca motivar que la gente entable una nueva relación con la vida silvestre, con los paisajes y con más gente. Una nueva relación con la naturaleza es crucial en este momento de evidente crisis ambiental, y volcarnos hacia la naturaleza nos ofrece opciones reparadoras”, indica Gabriela Arévalo, directora de Educación para la Conservación del zoológico quiteño.