El Cadisan, un estacionamiento con mucha historia

• La construcción del edificio se dio a mediados de los 90, en los terrenos que fueron huertos y jardines de la Casa de Diego Sandoval, de ahí su nombre: Cadisan.
• Los trabajadores rememoran muchas anécdotas, como la de un fantasma
• Atiende 1200 usuarios diarios

El estacionamiento Cadisan, administrado por la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas, Epmmop, es el más reconocido del Centro Histórico por la comodidad que ofrece en servicios y su cercanía a los atractivos turísticos, a los palacios de Gobierno y Municipal, y al comercio en general que lo rodea.

En sus seis niveles, identificados por letras que van desde la A hasta la F, se distribuyen las 404 plazas de estacionamientos, en las que se consideran áreas para los grupos vulnerables: adultos mayores, mujeres embarazadas y personas con discapacidad.

El ingreso peatonal y de autos es por la calle Mejía, que se encuentra en el nivel B, donde están los parqueaderos para motocicletas y bicicletas. La salida vehicular está en el C, un piso más bajo, y da hacia la calle Olmedo.

Gabriel Alvear, encargado de la coordinación del Sistema de Estacionamientos del Centro Histórico, explica sobre el trabajo cotidiano y el servicio que se presta a la comunidad.

“El estacionamiento está abierto de lunes a domingo. Antes de la pandemia se atendía las 24 horas, pero, luego, por la emergencia sanitaria se modificaron los horarios. Actualmente, en el Cadisan se atiende de 06:00 a 22:00, con 2 equipos de trabajo”.

El primer grupo labora de 06:00 a 14:00 y el otro desde las 14:00 hasta la hora de cierre. Las actividades están definidas y cada uno, en cada día, cumple con sus asignaciones.

El viernes 12 de junio estaban de turno Ana, Enrique, Jaime, Juan, Nicolás y Viviana. A cuatro de ellos les tocó el rol de inspectores de caseta. Su consigna fue orientar en cada nivel a los usuarios a: estacionar, desaparcar, guiar al área peatonal y aconsejar guardar el ticket de ingreso; así como revisar que los autos queden sin luces encendidas y cerrados.

Ana Villacís es la más joven de todos sus compañeros, labora hace 4 años en la institución. Del Cadisan recuerda haber escuchado muchas historias, desde tenebrosas hasta jocosas. Sobre esto, el resto del equipo concuerda con algunas anécdotas.

La de común denominador es el espectro o fantasma que habitaría supuestamente en el último nivel. “Nadie ha visto nada, pero muchos compañeros dicen haber escuchado pasos y risas durante la noche y madrugada, cuando se supone que no hay nadie”, cuenta don Jaime Pinto, quien tiene 10 años trabajando en la Epmmop.

Sin embargo, los cuentos de miedo no significan nada para él, pues se considera un hombre muy creyente, y sus experiencias son otras: “En este estacionamiento conocía al ex presidente Rodrigo Borja, al ex alcalde Rodrigo Paz, al periodista Pepe Granizo, y a los cantantes Máximo Escaleras, Juan Fernando Velasco y Gerardo Morán”, rememora con buen ánimo don Jaime.

El origen del Cadisan

El inmueble tiene 26 de años de construcción y está junto a la residencia colonial que aún se conserva en las esquinas de la calle Mejía y García Moreno. Según las crónicas de la ciudad, se edificó sobre los terrenos que fueron huertos y jardines de la Casa de Diego Sandoval, de ahí su nombre: Cadisan.

La Epmmop administra el edificio desde mediados de 2009, antes lo hacía la desaparecida empresa Innovar. Actualmente, se atiende a 1200 usuarios por día, antes de la pandemia la cifra sobrepasaba los 2 mil.

A partir de 2019 el Cadisan cuenta con el servicio de sistema guiado. Sobre cada plaza existe un panel de luz. Si es verde el espacio está libre, roja indica que la plaza está ocupada y si es azul, son espacios disponibles para usuarios adultos mayores y con discapacidad.

Si va al Centro Histórico utilice el Sistema de Estacionamientos de Quito. Son siete lugares para dejar su auto de forma segura y cómoda: Cadisan, El Tejar, Montúfar 1, Montúfar 2, San Blas, La Ronda, y Yaku.