Continúa tráfico y mascotización de fauna silvestre
Además de soportar condiciones adversas en cautiverio doméstico que les impide desarrollar todas sus capacidades de aves psitácidas, los loros sufren también con prácticas que vulneran su salud física y comportamiento, como el corte de sus plumas en alas primarias y secundarias. La finalidad de esto es restringir parcial o completamente su vuelo, para que las personas que los tienen como mascota tengan mayor control sobre ellas.
El pasado fin de semana el Zoo de Quito recibió dos loros adultos de especies Amazona farinosa y Amazona amazónica, que llegaron a la clínica con sus alas en muy mal estado, con varias plumas cortadas, lo que significa que fueron mascotas.
Además, hace pocas semanas también llegó un loro de especie Amazona mercenaria, que presentó un sobrecrecimiento de pico y uñas.
La realidad de las aves psitácidas aún es crítica, por la equivocada costumbre de tenerlas como mascotas, cuando deberían permanecer en bosques y selvas.
Mirar de frente a este problema es importante para entender la urgencia de contrarrestar el tráfico de vida silvestre, evitando comprar cualquier especie comercializada y denunciando malas prácticas contra la fauna en el 911.
#TuCasaNoEsMiHábitat