Las alarmas comunitarias son una realidad en Carcelén Alto y San Francisco de Morán

Este sábado 26 y domingo 27 de marzo, se efectuó la entrega de sistemas de alarmas comunitarias en los barrios de Carcelén Alto y San Francisco de Morán, al norte de Quito. En el marco de estos eventos se celebraron ferias de integración y servicios en cada uno de los sectores mencionados. Estos espacios seguros, contaron con la presencia de los servicios institucionales de varias entidades municipales, lo que fomenta un punto de encuentro para una convivencia vecinal pacífica.

Las alarmas comunitarias son un medio disuasivo que no sólo sirven para prevenir el delito común en el sector donde se encuentran, sino que constituyen un elemento generador de corresponsabilidad de la ciudadanía para colaborar, en conjunto, con las autoridades y recuperar espacios que podrían ser focos de violencia o inseguridad.

Estos sistemas tienen un alcance de mil metros a la redonda y poseen tecnología 3G. Su activación se realiza a través de una llamada a un número de celular que posee la alarma para su activación. Además, se lo puede efectuar con un pulsador o desde un teléfono convencional.

Es necesario acotar que este dispositivo se encuentra anclado al sistema ECU 911 y que puede ser activado por las siguientes causales: delincuencia común (robos, asaltos, saqueos), venta y consumo de drogas, violencia intrafamiliar, desastres naturales y aglomeraciones.

En el barrio de Carcelén Alto se efectuó la implementación de dos sistemas de alarmas con proyección a la instalación de dos más que beneficiará a cerca de 16 mil moradores de este importante sector de la ciudad. De la misma manera, en San Francisco de Moran se efectuó el montaje de un sistema de alarma con la implementación de cuatro adicionales que ayudarán a cubrir la población de 4 451 habitantes.

La seguridad es uno de los ejes de gestión más importantes de esta administración. Por años, no se le otorgó la importancia que realmente tiene dentro del desarrollo de una sociedad como la nuestra, donde el espacio público y las acciones que normalmente se desarrollan dentro del mismo se han perdido de manera paulatina a causa de la inseguridad.

El derecho al uso de zonas comunitarias dentro de la ciudad es inalienable y, por tanto, es imperativo que los barrios puedan ser lugares donde se propicie la buena vecindad y la convivencia pacífica.

Por eso, las implementaciones de este tipo de sistemas en los barrios del Distrito Metropolitano tienen como objetivo satisfacer las necesidades de seguridad de un grupo organizado de vecinos y constituyen un recurso importante para la organización comunitaria en la prevención de actos vandálicos, violencia o amenazas.

Finalmente, estas acciones reiteran el compromiso que el Municipio, a través de la Secretaría General de Seguridad y Gobernabilidad, mantiene con la ciudadanía del Distrito Metropolitano, que muestra el potencial de generar y consolidar una cultura de vida democrática donde las soluciones se efectúen de manera pacífica y corresponsable.