Quito en el panel de alto nivel sobre la implementación de la Nueva Agenda Urbana y los ODS

En Nueva York, este panel busca celebrar los logros y las soluciones únicas que las ciudades y países han implementado, así como compartir ideas y metodologías para continuar creando cambios positivos y desarrollo de capacidades en todo el mundo. Quito forma parte de este foro con la aplicación del Plan del Uso y Gestión del Suelo para iniciar la planificación y ordenamiento territorial requeridos.

El alcalde Santiago Guarderas en su intervención dijo que la nueva agenda urbana que se adoptó en Hábitat III en la ciudad de Quito, Primer Patrimonio Cultural de la humanidad, evidenció las problemáticas de las ciudades a nivel mundial y propuso los lineamientos urbanos comunes al desarrollo urbano sostenible, como premisa el territorio que es uno solo y debe ser planificado desde un enfoque local, pero con una visión integral a escala mundial a fin impulsar una real equidad territorial.

Explicó que la ideal común y el compromiso de quienes están en este foro se establecerán políticas para el desarrollo urbano hacia un futuro mejor, más sostenible, seguro y equitativo, resiliente, incluyente y ambientalmente amigable, siempre con miras a la reducción de brechas de desigualdad social y económica.

Las agresivas dinámicas, tanto de migración desde la ruralidad hacia los núcleos urbanos, como de la movilidad humana han determinado estrategias efectivas y económicamente factibles para atender la demanda de vivienda accesible y segura para la población, bajo el concepto de comunidad y de esta manera lograr la dignidad humana.

Señaló que en los último 20 años, América Latina, el Caribe, África y Asia han experimentado un acelerado movimiento y crecimiento demográfico hacia las ciudades que ha superado ampliamente la capacidad de planificación de los gobiernos locales. En estas regiones existe una mayor segregación social que han afectado a los grupos menos favorecidos, provocando que sean relegados a periferias sin oportunidades de una superación o almenos una aspiración a una mejor calidad de vida que es la vocación constante y primordial de la existencia del as ciudades.

El alcalde informó que una ciudad sin corazón, sin alma se convierte en una máquina fría de cemento y brea que beneficia a pocos a costa de la mayoría de habitantes, pero la humanidad no se destaca por el estancamiento sistemático de lo ya creado, sino por su continua evolución hacia la búsqueda de un futuro mejor.

Es por el ello que la nueva agenda urbana establece guías para la planificación bajo el anhelo de alcanzar una calidad de vida que sea equitativa para la población mundial. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible deben implementarse a través de políticas públicas nacionales y locales y acciones concretas con ejes transversales de igualdad, viabilidad financiera para estrategias urbanas, diseño participativo e implementación comunitaria.

Añadió que la ciudad de Quito, desde Hábitat III, asumió el gran reto de aterrizar estos objetivos, no solo en la elaboración de la política local, sino también en la planificación ejecución monitoreo y evaluación de proyectos en beneficio de los 3 millones de habitantes. Por primera vez en el Ecuador, Quito y los 221 cantones del país cumplieron con un proceso de planificación para el ordenamiento, uso y gestión del suelo de sus territorios.

La situación del Distrito Metropolitano es muy particular, en este momento es la urbe más poblada del país y se estructura como un sistema complejo de centralidades con un cuerpo principal de ciudad lineal y cinco ciudades dormitorio conurbadas hacia los valles periféricos, además de su territorio rural que representa el 90% de la superficie total del Distrito, es un polo de atracción de los cantones adyacentes.

Los núcleos urbanos del distrito metropolitano ocupan tan solo el 10% de la superficie total, concentran el 73% de la población local, sin embargo, el explosivo demográfico de los últimos años bajo un modelo de expansión suburbana ha duplicado la superficie de suelo con amplias necesidades de servicio es infraestructura que décadas atrás se constituía como un suelo rural con vocación agrícola y conservación ecológica.

Esto ha generado que se mantenga, incluso disminuya en ciertos sectores la densidad poblacional de la ciudad que, actualmente, se estima un promedio de 65 habitantes por hectáreas, una de la más baja de la región, lo cual es un reto de superación. A lo expuesto la falta de planificación urbana y control, además de la compleja topografía del territorio han generado la consolidación asentamiento humanos en territorio, en situación de alto riesgo y precariedad.

Confirmó que frente a esta realidad se tomaron varias acciones: el 13 de septiembre de 2021, Quito aprobó el Plan de Uso y Gestión del Suelo (PUGS) para planificar el ordenamiento territorial y organizar espacial y funcionalmente, las actividades, los recursos del territorito, asegurando un ambiente equilibrado, buscando distribución equitativa de los beneficios urbanísticos, cumpliendo la función social y ambiental de la propiedad, garantizando en derecho a la ciudad.

“El camino está trazado y falta mucho por hacer, todos debemos continuar trabajando y aunar esfuerzos para resolver los problemas de nuestras ciudades enfrentan en estos tiempos actuales, pero con una visión de futuro en beneficio de nuestra gente y nuestra comunidad. Comprometo a nuestras organizaciones países y ciudades para apoyarnos mutuamente para concretar nuestras metas de sostenibilidad, resiliencia e inclusión en nuestras urbes”, concluyó el burgomaestre capitalino .