¿Conoce la Comuna de Llano Grande? Un lugar de cultura, arte e innovación

La Comuna de Llano Grande está ubicada en el Km. 13 y 1/2 de la Panamericana Norte al noreste de la capital ecuatoriana. Pertenece a la parroquia de Calderón de Quito. Es cuna del pueblo Kitu Kara, el hogar de las ‘bordadoras’, quienes fueron reconocidas en el 2021 como patrimonio inmaterial de la ciudad, por el Ministerio de Cultura y Patrimonio.

Para lograr esto durante el 2020, el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) realizó una investigación participativa etnográfica en la que se registró los bordados tradicionales en la comuna de Llano Grande, en la parroquia de Calderón; también gestionó, junto con los portadores de esta manifestación cultural, el reconocimiento a esta práctica artesanal, como Patrimonio Cultural del Ecuador.

Llano Grande ya no es una comuna netamente ancestral y con presencia únicamente de comuneros, pues ha abiertos sus puertas a personas de todo el país, aquí residen gente de Cayambe, Tabacundo, de Guayaquil, de Santo Domingo, además, este espacio ahora alberga conjuntos habitacionales, quienes han buscado el ambiente cálido de este sector.

En esta comuna existen varios grupos que se dedican a esta técnica artesanal, entre ellos las asociaciones de bordadoras: Sara Sisa, Kinti Taller Bordado, entre otros. Este arte es una práctica vigente que se revitaliza, innova y se recrea constantemente.

En cada familia de Comuna de Llano Grande hay una bordadora, así lo indicó Verónica Mostesdeoca, habitante de este sector, además se dedican a la agricultura. “Nuestras abuelitas, nuestras bisabuelas, mientras iban a cultivar, mientras iban a traer el agua de la quebrada para el consumo, ellas llevaban su bordado, bordaban y caminaban. Ahora nosotras estamos sentaditas bordando, ellas no, era su diario vivir. El bordado ha caminado junto a nosotros durante cientos de años”.

En el bordado expresan las historias de sus familias y de sus abuelas. “Ha habido personas que han abierto los cofres de las abuelitas que han retomado esto y que nos empezaron a enseñar, este es un legado, no solo para nuestras familias, sino para todos. Atrás del bordado vienen otros emprendimientos más como la agricultura”.

Sobre el mural Motesdeoca afirmó su agradecimiento al Instituto Metropolitano de Patrimonio, a la embajada de España y también “al artista a Okuda San Miguel, qué dolor me da ver los comentarios que han hecho en redes sociales, y regreso y miro el mural y me da alegría también al ver que personas extranjeras miren con buenos ojos a las bordadoras y el Pikachú, me dan dicho tantas cosas, pero no se fijaron en los ojos de la bordadora, no miraron esa expresión, no miraron los puntos de luz que hay ahí. Nosotras somos esas bordadoras.”

Dijo que el Pikachú puede verse como dos elementos, el primero la innovación, abrir nuestras mentes a hacer nuevos bordados, a aplicarlos en otras prendas, artículos, hacer nuevos diseños, hacer figuras geométricas, innovar en el color. El otro significado es como las comunidades ancestrales con su trabajo artesanal tenemos que luchar contra la crítica y discriminación de las demás personas. “Nadie se fijó que el Picachú está abajo y las bordadoras arriba. Durante miles de años nosotros hemos sobrevivido, nunca valoraron eso, no vieron más allá, sólo fijaron su vista en ese elemento y ¿nosotras?, nadie ha preguntado dónde podemos comprar sus productos?, ¿dónde queda la Comuna de Llano grande?”.

“Ir contra la identidad de la comuna es no valorar la vestimenta que tenemos, me apego y tomo mis raíces en el bordado. Seguiré buscando espacios donde nuestras bordadoras puedan vender sus productos y si es en espacios internacionales donde seamos valorados, pues será allí”.

Recordó que han debido enfrentar desafíos, entre ellos el bordar mascarillas con los escudos de equipos de fútbol europeo, “y allí están luciendo esas mascarillas en Europa y no en el Ecuador, otro pedido fue bordar una serpiente abrazada a un corazón, nos hemos desafiado y se han realizado, las flores quedaron a un lado, muy pocas personas las pedían, más bien eran diseños diferentes, todo fue prueba error, zafa, volver a bordar”.

Feria Allpa Maki una vitrina para conocer sus productos

Los comuneros de este sector están creando una organización denominada Allpa Maki, (allpa quiere decir tierra y maki manos), que significa ‘manos en la tierra’, está integrado por 15 huertos, que representa a 2 o 3 familias por unidad productiva, que se dedican al cultivo agroecológico, producen alimentos orgánicos y procesados como granola, mermeladas, chicha de jora, cosmética natural con plantas medicinales cultivadas en la Comuna, que siguen ese proceso orgánico.

Las comunas tienen como característica su ancestralidad su historia, que se formaron por asentamientos runas o indígenas que ocuparon un territorio. Son del pueblo Kiutu Kara de la nacionalidad Quichua.

Este domingo 22 de mayo, desde las 07:00 hasta las 14:00, se realizará una feria en la Casa Comunal de Llano Grande, quienes asistan podrán disfrutar de los productos que realizan los comuneros de este sector, además de la gastronomía, bordados, mazapán.

“Estamos tratando de reactivarnos económicamente, exponer y poner en vitrina todo lo que la Comuna puede ofrecer; también tendremos una reactivación cultural que se evidenciará con la presentación de grupos de danza y música, de la Comuna y de la parroquia de Calderón. Queremos incentivar en nuestros jóvenes para que nuestra identidad se viva día a día, trabajando y apropiándose y siendo guardianas del bordado, aplicados a nuestra vestimenta y en otros artículos”, dijo Verónica Motesdeoca.

Las ferias se realizan cada 15 días en la Casa Comunal.

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