215 agentes de control se activaron hace un año, durante la emergencia de la Gasca y La Comuna
El 31 de enero de 2022, en la tarde, se encendieron las alarmas por el deslave que provocaron las fuertes lluvias, en el sector de La Gasca. Efectivos del Grupo de Acción Táctica y Rescate GAT-R del CACMQ acudieron al punto para realizar labores de apoyo.
Durante los nueve días siguientes, 215 agentes de control permanecieron en la zona las 24 horas realizando: remoción de escombros, limpieza de la calzada viviendas y predios particulares, coordinación con organismos de emergencia, monitoreo permanente con drones del sector de Armero Alto y Santa Catalina, cerramiento de vías con 70 vallas por seguridad y labores de búsqueda y localización de personas en estructuras colapsadas donde lograron recuperar 5 cuerpos.
Además, apoyaron en el traslado de ayuda humanitaria con kits de alimentos, aseo personal y vestimenta para los afectados y durante las noches realizaban patrullajes y resguardo de las viviendas que estaban deshabitadas para cuidar sus bienes. En coordinación con la Secretaría de Inclusión Social, en 6 unidades operativas zonales, se activaron albergues temporales para apoyar a las familias afectadas.
El personal especializado en gestión de riesgos realizó el monitoreo permanente del caudal de aguas lluvias de los colectores de las quebradas El Tejado o Guangahuaycu, en coordinación con Fuerzas Armadas y el Ecu 911 y la implementación de un sistema de alerta temprana para prevención de emergencias.
Durante la ejecución del plan de rehabilitación y reactivación el Grupo de Educación Comunitaria realizó sensibilizaciones a través de sus personajes lúdicos para educar a los más pequeños en gestión de riesgos. Mientras que el GAT-R organizó capacitaciones para los dirigentes barriales del sector de La Gasca y La Comuna sobre el protocolo de actuación en casos de emergencias.
Actualmente se mantiene el monitoreo preventivo con drones de los puntos críticos y zonas de riesgo en las quebradas El Tejado y Guangahuaycu, para detectar a tiempo represamiento de agua, deslizamiento de rocas y vegetación, verificar los diques y, si es necesario, coordinar con las entidades competentes la limpieza de la zona para evitar eventos adversos.