Tres esculturas son rehabilitadas en los talleres de la Epmmop

El Municipio de Quito, a través de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) trabaja en la rehabilitación de tres esculturas; Perro Selva, Perro Barroco y Tierra de Osos.

Perro Selva es una escultura de un perro que se encontraba en el parque La Carolina, mientras que Perro Barroco estaba sobre el mirador de la av. Velasco Ibarra y la escultura Tierra de Osos se encontraba en la esquina del parque El Ejido en las avenidas 6 de Diciembre y Patria; las tres obras fueron desinstaladas y trasladadas al taller de la Epmmop en el interior del parque de La Mujer y El Niño donde serán renovadas para posteriormente ser reubicadas.

El conjunto escultórico de tres perritos, que miden 2.6 metros de alto por 3 metros de ancho, llegaron al parque Bicentenario a finales de 2013, estuvieron ahí hasta 2019 y fueron retirados por los daños en su estructura. La Epmmop inició un proceso de recuperación y restauración con la colaboración de la artista quiteña Mónica Vásquez, quién pintó, curó y revistió de una gama de colores azules ligados a la naturaleza urbana.

Actualmente, debido a las condiciones climáticas la pintura de dos perritos se desgastó y tienen que ser restaurados nuevamente. Es así que se realizará la limpieza, renovación de pintura y cuidado de detalles con el fin de conservar su vida útil.

Mientras que la escultura Tierra de Osos fue diseñada y construida por el artista Francisco Proaño. Debido a la conferencia de las Naciones Unidas sobre vivienda y desarrollo urbano sostenible que se celebró en Quito en el 2016; esta escultura fue colocada en el parque El Ejido. Sin embargo, el tronco base que la sostenía tuvo un desgaste natural por el tiempo y el clima dejando inestable la obra de arte.

Es así que en los talleres de la Epmmop se adecuará una nueva base y se reubicará la obra en un sector más acorte de la temática ya que representa el oso andino, un animal emblemático del país y alrededor del cual se han establecido políticas de conservación y circuitos turísticos que valoran su presencia en los páramos de los Andes. Cerca de Quito, a este animal se lo puede observar por temporadas en Papallacta, Reserva del Antisana y Maquipucuna, en el Noroccidente de Pichincha.