Más de 390 árboles patrimoniales son monitoreados

Quito, 13 de noviembre, (Quito Informa). – La Secretaría de Ambiente y el Jardín Botánico de Quito realizan el monitoreo de más de 390 árboles catalogados como patrimoniales, con el fin de obtener un diagnóstico general de la condición estructural y fitosanitaria de cada uno de ellos.

Para ello, se realizan intervenciones especializadas como poda, fertilización, mejoramiento de suelo, control fitosanitario, sistemas de apoyo, colocación de letreros e instalación de cercos protectores; para subsanar las problemáticas encontradas en cada árbol monitoreado.

Se identificaron 18 ejemplares que, debido a sus malas condiciones estructurales y fitosanitarias, requieren de una evaluación más profunda. Para esto se realiza una valoración instrumental utilizando un resistógrafo, que es un equipamiento altamente especializado y con tecnología de vanguardia.

Los datos obtenidos por el resistógrafo, permite tomar decisiones acertadas con el aporte del experto italiano en arboricultura y director científico de la Fundación Giant Trees, Andrea Maroè, quien tiene más de 30 años liderando expediciones internacionales para estudiar la biodiversidad de árboles en el mundo.

Una de las características que define a un árbol como patrimonial es su longevidad, hecho que tiene varias implicaciones: son árboles significativos en los ámbitos histórico y cultural y, a la vez, son los que requieren mayores cuidados en lo que se refiere a su salud, vitalidad, seguridad, etc.

Algunos casos modelo:

El Ejido: intervención técnica en el parque para mejorar el suelo de estos majestuosos árboles. Remoción de tierra alrededor del tronco para brindarles el oxígeno que necesitan y se añadió materia orgánica como un manto protector para el cuello de la raíz.

La Alameda Intervención en el parque que involucró a 16 Platanes: Estos majestuosos árboles, originarios de Europa, formaron parte del primer Jardín Botánico de la ciudad. Con edades que oscilan entre los 100 y 150 años, estos Platanes son el hábitat de mucha avifauna y forman parte de la zona más frondosa dentro del Parque la Alameda.

Casa de la Cultura: En Quito, se encuentran árboles que han sido testigos silenciosos de nuestra historia. Uno de estos ejemplares es el ciprés patrimonial Cupressus macrocarpa situado en los exteriores de la Casa de la Cultura. Hace unos meses sufrió inconvenientes y en respuesta, se realizó una poda técnica minuciosa para salvarlo.

En el Parque Equinoccial: se intervinieron 13 árboles patrimoniales, con limpieza de copas para mejorar su oxigenación y un delicado proceso de fertilización. Además, se abonó el suelo y creó coronas de materia orgánica.

En el parque de Guayllabamba: se realizó el mantenimiento adecuado del Jacarandá Patrimonial.

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