Yo inauguré el Metro de Quito

Quito, 1 de diciembre (Quito Informa). – Las 05h30 en punto, del viernes 1 de diciembre, se abrió la puerta de la estación Iñaquito, del Metro de Quito. En las inmediaciones de este acceso había resguardo policial y de agentes metropolitanos de control.

El sol empezaba a alumbrar la madrugada y, como toda mañana de Quito, hacía frío. A esta misma hora salían desde Quitumbe y de El Labrador los dos primeros trenes, iniciando su operación al servicio de la ciudadanía.

De a poco iban llegando los usuarios a la estación, es porque es muy temprano, probablemente. María Aguilar trabaja como personal de Salud, en el Hospital del Sur del IESS. Entra a la estación Iñaquito, abrigada y con mochila sobre su espalada, dice que va a ser usuaria permanente del Metro, por una sencilla razón: le facilita mucho la ida al hospital.

Tenía que levantarse como a las 05h00 de la mañana, ella entró a las 06h05 a la estación, y de ahí se dirigía a la parada del Trole, que se demora mucho más. Su traslado lo hacía en 40 minutos, en la mañana, y una hora, en la tarde, porque cogía Trole y transporte público, para sus desplazamientos. “Siempre salgo a estas horas, alrededor de las 06h00, y si no estoy de guardia me desocupo a las dos de la tarde. Hoy ahorraré la mitad de mi tiempo, y desde hoy podré dormir un poquito más”, dice sonriendo.

Agradece, como el resto de usuarios, a las autoridades y dice estar contenta con este nuevo servicio de transporte, porque es rápido, innovador, y más que todo seguro: “les animo a todos que vengan a utilizarlo y, sobre todo, que cuiden mucho del Metro”.

En sus manos tiene su recuerdo ‘yo inauguré el Metro’, “porque soy una de las primeras personas que utiliza este servicio de transporte y en la otra mano tengo la tarjeta, que es el método de pago, cuando uno le recarga”, dijo María Aguilar.

Llegó al andén de la estación, había pocas personas a esa hora, no tuvo que esperar mucho tiempo. Eso sí, la Policía Nacional y la seguridad de la empresa operadora estaban presentes en los dos lados.

Al ingresar al tren, se veían caras de satisfacción porque se subieron a unidades nuevas, cómodas y elegantes. En el túnel no se puede ver nada, solo cuando se aproximan a las estaciones. “Tan rápido ya estamos en San Francisco y no se siente nada. Esto es una maravilla” dijo uno de los usuarios. Efectivamente, cerca de 25 minutos se demoró hasta llegar a la estación de El Recreo.

María Aguilar salió satisfecha, este viernes, porque llegó a su destino a las 06h40. Ella ya tuvo la oportunidad de utilizar el Metro en los períodos de prueba, y por eso sabía que su tiempo de desplazamiento se reduce a la mitad, de lo que hacía antes. Como María, otros usuarios están maravillados con la operación de este moderno servicio de transportación pública.

Ahora, todos piden cuidar esta inversión, que es de todos los quiteños. Esa y otras son tareas las promueve la Cultura Metro: cuidado, amabilidad, respeto y sobre todo ser buenos usuarios #ElMetroDeQuitoRenace