La imaginería quiteña late en la ciudad y busca herederos

Crónica

Quito, 15 de junio del 2024, (Quito Informa). – Quito acoge a los herederos de la ‘Escuela Quiteña’, son hábiles artistas que dan forma a la madera y la revisten de belleza, color y cultura a imágenes, para esto emplean las técnicas artísticas que se desarrolló en el territorio de la Real Audiencia de Quito, desde la segunda mitad del siglo XVI, XVII, XVIII y primer cuarto del siglo XIX.

En el corazón del Centro Histórico, en la calle Rocafuerte entre gubias y formones, manos hábiles crean obras de arte únicas, elaboradas con técnicas tradicionales del arte quiteño de la época colonial. Estos artistas son conocidos como ‘imagineros’. Y representan el patrimonio inmaterial del Distrito Metropolitano de Quito.

La imaginería es el arte de tallar y la habilidad de transformar un tronco de madera, en una escultura. Se desarrolla en conjunto con otras relacionadas directamente, como la taracea (arte de incrustar pedazos de madera de distintos colores, que además puede incluir hueso, plata, nácar y conchas) o el repujado.

La ‘imaginería quiteña’ es reconocida por su tallado de esculturas principalmente religiosas, en este arte juega un papel preponderante los procesos de aplicación de ojos, charol, estucado, dorado, encarnado y las técnicas decorativas. Quito en la colonia fue conocido por los grandes expositores que elaboraban estos objetos artísticos.

En la colonia existía la Escuela de Arte Quiteño, en la que se enseñaban técnicas especiales para la producción de imágenes del catolicismo, a alumnos principalmente indígenas. El resultado fue vírgenes, ángeles, y santos que reflejaban su habilidad y acercaban a los fieles al mundo de lo sagrado.

Sin embargo, en la actualidad no existen muchos de estos exponentes y los jóvenes no se muestran interesados en aprender estas técnicas, que forman parte de nuestro patrimonio inmaterial.

Marco Díaz, integrante del Taller de Arte Sangurima, ubicado en el centro histórico, considera que a esto se suma el alto costo que implica el trabajo artesanal, frente a la producción en serie que proviene de otros países; o la elaboración con el uso de herramientas de reproducción a escala, como el pantógrafo.

En la actualidad, los ‘imagineros’ continúan trabajando con madera, tallado, encarnado, estucado, dorado, aplicación de ojos y otras técnicas decorativas que continúan vigentes y se complementan con otras modernas, destinadas a cumplir con los anhelos de los clientes.

El taller de arte acoge a un grupo de artesanos ‘necios’, como los define Marco Antonio Díaz, uno de los asociados, que por más de tres décadas persiste en este oficio. Él obtuvo una beca para aprender el oficio en el desaparecido taller Bernardo de Legarda y reconoce que ha sido una lucha constante continuar con su pasión, debido a la dificultad de exponer o comercializar sus obras.

“Nosotros hacemos algo único desde el principio, con un pedazo de madera. Es distinto a hacer un proceso en serie, donde se hace en masa y el costo se reduce”, enfatiza.

Por eso invita a los ciudadanos a conocer este trabajo, para valorarlo, adquirir estas piezas y contribuir a su permanencia al hacerlo sustentable. Solo así se logrará que otras personas se animen a continuar con este oficio que en la actualidad no tiene herederos, pues las generaciones jóvenes no lo ven atractivo.

Algunos de los exponentes de la Escuela Quiteña son:

• Jorge de la Cruz (arquitectura)
• Francisco Morocho (arquitectura)
• Fray Jodoco Ricke (pintura)
• Fray Pedro Gosseal (pintura)
• Fray Pedro Bedón (pintura)
• Andrés Sánchez Gallque (pintura)
• Juan José Vásquez (pintura)
• Luis de Ribera (pintura y escultura)
• Diego de Robles (escultura)
• Francisco Benítez (ebanistería)
• Fray Antonio Rodríguez (arquitectura)
• José Olmos -Pampite- (escultura)
• Hernando de la Cruz (pintura)
• Miguel de Santiago (pintura)
• Isabel de Santiago (pintura)
• Nicolás Javier Goríbar (pintura)

Quito es cuna de arte y cultura y el Municipio de Quito invita a redescubrir a estos artistas que han dejado un legado impresionante y a apoyar a quienes hoy son sus herederos y crean obras con técnicas de la colonia.

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