El Centro Familia de Familias celebra 60 años de transformar vidas en Quito

Quito, 6 de diciembre (Quito Informa).- En el sector de Cotocollao (norte), el alcalde Pabel Muñoz recorrió los talleres de carpintería del Centro Familia de Familias (antes conocido como Muchacho Trabajador). La visita fue parte de la conmemoración de los 60 años de esta institución que ha marcado la diferencia en la vida de miles de quiteños.

Durante el encuentro, el alcalde destacó el compromiso del Centro con la ciudad, calificándolo como un ejemplo de solidaridad y esfuerzo colectivo. “Quito es la ciudad más linda del mundo no solo por sus patrimonios culturales, arquitectónicos y geográficos, sino por su gente solidaria. Felicitamos a la Compañía de Jesús y a los Hermanos Jesuitas por este magnífico trabajo. Nuestro objetivo es erradicar el trabajo infantil, pero siempre con el respaldo de las familias para que puedan encontrar un sustento digno y salir de la pobreza”, expresó Muñoz.

El Centro no solo busca erradicar el trabajo infantil, sino dignificarlo mediante programas que vinculan el estudio con el apoyo familiar. Su propuesta se enfoca en ofrecer una vía sostenible para superar la pobreza, brindando acceso a educación, alimentación, vivienda y otros servicios esenciales a los sectores más vulnerables.

60 años de compromiso social

Fundado en 1964 por el Padre John J. Halligan, S.J., el Centro nació con el objetivo de apoyar a familias en situación de vulnerabilidad. Desde sus inicios, transformó la vida de niños que trabajaban como lustrabotas en el Centro Histórico, ofreciéndoles oportunidades de educación y crecimiento personal.

En el evento conmemorativo, se rindió homenaje al legado del Padre Halligan, destacando su visión y dedicación para generar cambios positivos en la comunidad. La Madre Miguel, junto con el equipo de la Fundación Familias Trabajadoras, estuvo presente para celebrar este hito histórico.

Las autoridades del Centro expresaron su gratitud hacia las familias, colaboradores, donantes y fundadores que han sido parte de este sueño hecho realidad. «Gracias por enseñarnos a transformar vidas», fue el mensaje que resumió el espíritu de esta celebración.

La jornada concluyó con un desayuno compartido en familia y actividades recreativas que reflejaron el impacto positivo que el Centro ha tenido durante seis décadas, posicionándose como un pilar de esperanza y progreso en Quito.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *