Acciones oportunas se ejecutan frente a la alerta de derrumbe en la quebrada de Catzuquí de Velasco

Quito, (Quito Informa).-Ante el movimiento en masa registrado este jueves 20 de marzo, en Catzuquí de Velasco (noroccidente), que pertenece a la administración zonal La Delicia, el Municipio de Quito ha implementado una serie de acciones coordinadas con diversas entidades para garantizar la seguridad y la recuperación de la zona afectada.

El Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) Municipal de Pichincha, junto con la Agencia Municipal de Tránsito, Bomberos y la Empresa de Logística para la Seguridad de Quito, están llevando a cabo trabajos mancomunados en colaboración con la comunidad.

Hasta el momento, se han realizado dos sobrevuelos para evaluar la situación, así como el despliegue de maquinaria pesada para las labores de recuperación vial. También se han llevado a cabo inspecciones para asegurar el cumplimiento de las normativas ambientales y acciones directas con los habitantes de la zona para atender sus necesidades inmediatas. Además, se han implementado operativos de control de tráfico y seguridad, trabajos con bomba de succión y limpieza de la zona afectada.

Entre las acciones destacadas, se están colocando balizas y extrayendo material para mejorar las vías, y se ha organizado una minga comunitaria para la recuperación del área. Asimismo, se está realizando un monitoreo constante para prevenir futuros incidentes.

El Municipio de Quito reafirma su compromiso con la seguridad y el bienestar de la comunidad, trabajando de la mano con los ciudadanos para enfrentar y superar esta situación.

Control de escombros

En la quebrada Punguaico en Catzuquí de Velasco (noroccidente) se arrojaron escombros. Este tipo de acciones representan un grave peligro para la quebrada porque no solo contaminan estos causes naturales, sino que también aumenta el riesgo de aluviones durante la temporada de lluvias. La acumulación de desechos altera el flujo del agua y debilita las laderas, poniendo en riesgo la vida y bienes de los habitantes del sector.

La Agencia Metropolitana de Control (AMC), en colaboración con la Secretaría de Ambiente, la administración zonal La Delicia y Policía Nacional, detectó el arrojo de escombros en la quebrada de Punguaico, ubicada en el barrio Catzuquí de Velazco, al norte de Quito.

A escasos metros de un predio privado, los inspectores de la AMC verificaron el vertido de materiales de construcción y residuos comunes en la quebrada. En esta propiedad, se había instalado una cancha de fútbol, utilizada por los moradores del sector para la organización de un campeonato barrial.

La quebrada de Punguaico se encuentra en una zona de protección ecológica y, conforme a la Ordenanza Metropolitana Verde-Azul, la multa para los responsables de estas infracciones puede alcanzar hasta los 75 salarios básicos unificados, es
decir, más de 35 mil dólares.

Otros controles en Catzuquí
En este mismo sector, la AMC realizó inspecciones adicionales por la falta de cerramiento en lotes baldíos y en el inicio de dos procedimientos sancionatorios: uno por la construcción al filo de la quebrada y otro por la operación irregular de una
ladrillera sin licencia comercial.

Respecto a quienes no mantienen o cercen sus lotes baldíos pueden recibir una multa de 940 dólares, mientras que la construcción en el filo de una quebrada puede acumular sanciones de hasta 50 salarios básicos unificados, equivalentes a 23.500 dólares. En cuanto a la ladrillera, al tratarse de una actividad de categoría II, la multa puede oscilar entre cinco y ocho remuneraciones básicas unificadas.

Trabajo comunitario en la quebrada
Como parte de las acciones de recuperación ambiental, el sábado 22 de marzo, 20 ciudadanos infractores del programa de Trabajo Comunitario de la AMC realizarán una jornada de limpieza en la quebrada de Punguaico y en áreas aledañas de
Catzuquí. Estas intervenciones buscan mitigar el impacto de la contaminación en estos espacios naturales y promover la corresponsabilidad de la ciudadanía en su conservación.

Es fundamental comprender que las quebradas no son botaderos de basura, sino ecosistemas esenciales que regulan el drenaje de aguas lluvias y albergan una gran diversidad de flora y fauna.