Faltan 8 días para que Quito estrene trolebuses
- La nueva flota mejorará el tiempo de frecuencia, lo que significa que los pasajeros esperarán menos tiempo en estaciones y paradas para embarcarse.
Quito, (Quito Informa)-. Empezó la cuenta regresiva. Faltan ocho días para que inicie la operación de la nueva flota de trolebuses 100% eléctricos, que contribuirán a mejorar el sistema de transporte público municipal y la calidad de vida de los quiteños, como resultado de la transformación de la movilidad que impulsa el alcalde de Quito, Pabel Muñoz.
Los nuevos trolebuses empezarán a brindar el servicio el lunes 31 de marzo, luego de haber superado un proceso de pruebas técnicas y mecánicas, que garantizarán su óptimo funcionamiento.
La adquisición de los 60 trolebuses, con una inversión de USD 35,3 millones de dólares, marca un logro en el transporte público urbano por la renovación que requería de manera urgente la capital, pero también por la presencia de la innovadora tecnología con la que llegan estos vehículos de pasajeros.
Los modernos buses, que cruzarán de norte a sur la capital, brindarán una experiencia más cómoda y protegida a sus usuarios, con pantallas internas informativas, sistema de ventilación, cargadores USB, una clara señalética sobre los espacios inclusivos, entre otros complementos.
Cada unidad tiene 20 cámaras de seguridad, internas y externas, que cumplirán un rol disuasivo, pero esencialmente permitirán un eficaz control operativo de la seguridad, con vigilancia continua en todas sus áreas, incluidas las puertas y las zonas de tránsito.
Los modernos vehículos vienen con el complemento de sostenibilidad, porque su funcionamiento implica una reducción en la huella de carbono, al evitar 8.700 toneladas de Co2 al año, equivalente a sembrar 400 mil árboles por año. Además, disminuyen un 50% la contaminación auditiva, tanto dentro como fuera del vehículo.
Durante la última semana, previo al inicio de la operación de la nueva flota, los modernos trolebuses serán sometidos a las pruebas denominadas “marcha blanca”, que consisten en recorridos simulados por paradas y estaciones, para evaluar su desempeño en condiciones reales, pero sin pasajeros.