La ‘popó gigante’ que se tomó el Centro para enseñarnos sobre responsabilidad
- La mañana estuvo llena de juegos, sorpresas y mensajes que invitan a reflexionar sobre algo que parece pequeño, pero tiene gran impacto: recoger los excrementos de nuestras mascotas.
Quito, (Quito Informa). – Haz tu parte, recoge su arte: ese es el mensaje directo y simpático con el que la Unidad de Bienestar Animal (UBA) del Municipio de Quito quiere cambiar hábitos y mejorar la convivencia en nuestra ciudad. La campaña se presentó este miércoles 23 de abril, en la Plaza Chica del Centro Histórico, con una actividad educativa y recreativa pensada para todas las edades.
Hubo una “Popó gigante con actitud” que interactuó con vecinos y vecinas, una zona selfie para sumarse al reto #YoRecojoSuArte en redes sociales, trivias con premios y una intervención urbana con mensajes llamativos. Cada actividad buscaba lo mismo: generar conciencia sobre el rol que tienen las personas tutoras en el cuidado de los espacios públicos.
Esta campaña no se quedará solo en el Centro Histórico. La UBA tiene previsto llevarla a buses, parques, plazas, zonas verdes y avenidas del Distrito, además de reforzar su mensaje en medios de comunicación y plataformas digitales.
¿Por qué es tan importante recoger las heces de los animales de compañía?
Porque no hacerlo afecta la salud pública y el ambiente. Las heces pueden contener bacterias y parásitos peligrosos, contaminar el suelo y el agua, atraer plagas y transmitir enfermedades, especialmente a niños, niñas y personas adultas mayores.
En invierno, la lluvia arrastra estos desechos hacia ríos y alcantarillas. En verano, parques y plazas se llenan de familias que pueden entrar en contacto con ellos sin querer. El resultado: riesgo sanitario, mal olor y conflictos entre vecinos.
Además, según la Ordenanza Metropolitana 095, las personas que viven con animales tienen derechos, pero también deberes: como recoger sus excrementos y garantizar que salgan siempre con collar, arnés o traílla.
Desde la UBA se recuerda que convivir con animales es un derecho, pero también una responsabilidad. Y que una ciudad limpia y ordenada empieza con pequeños gestos como este.