Ciudadano de Kosovo que recibió atención en la Casa del Hermano se reencontró con su familia
A pesar del frío de la temporada que existe a inicio de año en el sureste de Europa, precisamente en la ciudad de Prizren (Kosovo), Bajram Bytyqi trabaja como conductor de vehículos pesados. Aunque parece tan lejano hablar de alguien con un nombre difícil de leer y pronunciar, parte de su historia quedó en Quito, en sus calles y plazas las que durante algún tiempo fueron su hogar y martirio.
Bajram llegó a Ecuador en 2011, tenía una relación sentimental con una ciudadana ecuatoriano-libanesa, con quien procreó una hija; sin embargo, esta relación terminó en 2015 y luego comenzó una vida en solitario. Durante un tiempo se dedicó a la exportación de frutas tropicales hacia su país natal, Kosovo, luego viajó a Colombia, donde permaneció por cuatro años.
En este periplo consumió sustancias psicoactivas y, a su retorno a Quito, aumentó las cantidades y frecuencia de ingesta. Desde finales de 2019 se quedó sin hogar y dormía en varios parques de la ciudad, en uno de ellos le robaron sus documentos y pertenencias personales. Además, Bajram presentó alteraciones en sus funciones cognitivas superiores.
En una de las jornadas de trabajo de las brigadas de abordaje del Patronato San José, se encontró a Bajram, su condición dificultaba la comunicación y los técnicos evidenciaron en él comportamientos paranoides y alucinaciones, los cuales fueron disminuyendo con acompañamiento psicológico.
En esas condiciones, en abril de 2020, ingresó a la Casa del Hermano, de la Unidad Patronato Municipal San José; allí recibió atención en psicología, alimentación, aseo y salud para su recuperación, gracias a este trabajo se logró la vinculación familiar con su expareja quien facilitó la información requerida (fotografía del pasaporte y licencia de conducir) para iniciar el proceso de retorno a su país natal.
Luego, se tomó contacto con la embajada de Kosovo, en Panamá, para solicitar el apoyo requerido a fin de que Bajram pueda retornar sin los documentos físicos, quienes emitieron un salvoconducto internacional a finales de septiembre de 2020. Asimismo, durante este proceso se logró ubicar a los familiares del usuario, quienes enviaron el dinero requerido para el viaje y estadía en los países de escala.
Es así, que luego de un proceso de recuperación, en el cual se trabajó de manera integral con técnicos y especialistas del Patronato San José, Bajram Bytyqi, de 42 años, emprendió el viaje de retorno el 9 de octubre del año pasado. Actualmente, vive con su madre y su hermano. Tiene planeado viajar a Praga (República Checa) y trabajar allí para mejorar su situación económica.
Este caso evidencia el accionar oportuno y eficaz de uno de los proyectos del Patronato San José que atiende a personas con experiencia de vida en calle a través de procesos de abordaje, intervención integral y sensibilización sobre las problemáticas de indigencia, mendicidad, explotación económica o laboral, adicciones, exclusión social, abandono, trabajo infantil, alteraciones en su salud física y/o mental, discapacidad y movilidad humana, con el propósito de mejorar su calidad de vida.