El Zoo de Quito recibió a 35 animales desamparados
Desde el 1 de septiembre, 35 animales quedaron desamparados de cuidados debido al cierre de un centro de rescate en Imbabura. Llegaron al Zoo de Quito donde el equipo de Bienestar Animal los atiende en la clínica veterinaria. El Ministerio de Ambiente y la Unidad de Policía del Medio Ambiente colaboraron en el traslado.
La carencia de infraestructura adecuada que otorgue comodidad y seguridad, la falta de alimentos apropiados que sustenten una buena nutrición, la ausencia de un equipo profesional con experiencia en cuidado y manejo de fauna silvestre ex-situ, fueron algunos factores que condenaron a cerrar las puertas de un centro de rescate de animales víctimas del tráfico ilegal, situado en San José de Chaltura, parroquia rural del cantón Antonio Ante de la provincia de Imbabura.
Esta situación es el reflejo de la precaria realidad que soportan varios lugares que cumplen con esta función, porque no cuentan con ingresos suficientes, financiamiento adecuado, ni apoyo estatal para cubrir las necesidades básicas mencionadas ni acompañamiento técnico que supervise el bienestar animal.
35 animales, entre aves, reptiles y primates, que permanecían en espacios donde era imposible generarles algún tipo de bienestar fueron trasladados. La decisión de cerrar el lugar pudo haber implicado que estos especímenes queden desamparados, pero el Zoológico de Quito, en coordinación con la oficina técnica de Ibarra de la Dirección Zonal 1 del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, asumió la responsabilidad de recibir a este grupo de animales y hacerse cargo temporalmente de su cuidado.
Al Zoo de Quito llegaron: 3 tortugas mordedoras, 8 tortugas motelo, 5 tortugas pintadillas, 1 tucán de mandíbula negra, 2 pericos, 4 loras alinaranjas, 2 loros cabeciazules, 1 catarnica, 2 loros frentirojas, 2 loras coroniamarillas, 1 perico caretirojo, 1 pavo real y 3 monos capuchinos.
Con el fin de efectuar una evaluación inicial para determinar el estado de salud con el que llegaron estos animales, el equipo veterinario del Zoo hizo un chequeo de su condición física y comportamental.
En la primera valoración se detectaron anomalías en la condición corporal de la gran mayoría de especímenes, alteraciones en estructuras óseas, deficiente calidad de plumas, así como golpes y mordidas en caparazón de algunas tortugas.
Para cada individuo fue asignado un espacio donde se mantendrán bajo supervisión del equipo de Bienestar Animal hasta que se determine si continuarán bajo nuestro cuidado o si son trasladados hacia otros centros de rescate.
David Mora, director del departamento de Bienestar Animal del Zoológico de Quito, explicó que este numeroso arribo de animales implicó sumar una persona fija al equipo que se encarga del cuidado diario de los individuos que permanecen en cuarentena de la clínica, donde también se encuentran estos especímenes que llegaron.
Acotó que, si durante todo el 2020, recibieron alrededor de 200 animales, solo esta llegada representa el 17% de esa cifra, lo cual demandará mayores recursos para abastecerse de alimentos, insumos veterinarios, realización de exámenes de laboratorio, entre otros requerimientos indispensables que hagan posible atender todas las necesidades nutricionales y médicas de los 35 animales y del resto que habitan en el Zoo.
Es importante recordar que cualquier práctica ilegítima o nociva que sufra un animal, debe ser denunciada al 911 o al 1-800 Delitos.