Tras 14 años de abandono, las islas soterradas del Centro Histórico recibirán mantenimiento

Quito, 5 de agosto de 2024 (Quito Informa).- El Municipio de Quito arrancó con el mantenimiento integral de las 59 islas soterradas (buzones para depositar desechos), ubicadas en el Centro Histórico,  que concluirá a finales de octubre de este año.

La Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo EP) realizó un contrato que contempla varias acciones para el mantenimiento de los contenedores soterrados, no solamente para garantizar su operatividad, sino también para que la ciudadanía, turistas nacionales y extranjeros cuenten con espacios adecuados para depositar residuos, tanto orgánicos como inorgánicos.

Cada isla soterrada está compuesta por cuatro sistemas de funcionamiento: bóveda impermeable, estructura galvanizada, circuito hidráulico y los buzones con contenedores para los residuos y su mantenimiento incluye:

  • Limpieza externa e interna.
  • Mantenimiento de los mecanismos de la isla.
  • Protección anticorrosiva (interno).
  • Pintura de los buzones (externo).
  • Cambio de bandejas.
  • Cambio de buzones.
  • Mantenimiento hidráulico.
  • Galvanizado al frío de la estructura.
  • Reemplazo de componentes.

La limpieza se realizará una vez a la semana y el mantenimiento del sistema hidráulico, una vez al mes. De esta manera se evitará la presencia de malos olores y se conservará el sistema en óptimas condiciones.

“Con este contrato se busca renovar y recuperar la funcionalidad de las partes operativas y estructurales de las islas soterradas, asegurando la prolongación de su vida útil, que oscila alrededor de 50 años con los mantenimientos respectivos y que por 14 años no se habían realizado”, indicó Jorge Jaramillo, gerente general de Emaseo.

La corresponsabilidad ciudadana es necesaria para su cuidado, evitando arrojar residuos indebidos en las islas y reportar cualquier daño o mal funcionamiento de estas estructuras.

Se debe tomar en cuenta que en los recipientes grises se depositan residuos orgánicos (restos de comida, frutas y verduras) y en los azules materiales inorgánicos, potencialmente reciclables (papel, cartón y plásticos en general).

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