Creando oportunidades: El impacto del trabajo del Municipio en la historia de Juan

Quito, (Quito Informa). – El Centro de Atención Ambulatoria en Salud Mental (CAASM) La Ronda, que es el primero de este tipo en el país y la ciudad, es un espacio interdisciplinario, con enfoque comunitario, que ha brindado miles de atenciones desde su creación en 2023 y ha sido testigo de diversas historias de cambio en adolescentes y adultos que buscan ayuda para trabajar sobre su salud mental, uso o consumo problemático de drogas.

Hoy compartimos la historia de Juan (nombre protegido), un hombre carismático, de sonrisa cálida y espíritu resiliente. A sus 37 años, ha recorrido un camino difícil, pero hoy es un ejemplo de lucha y determinación. La música es su refugio y su emprendimiento de repostería, su nuevo horizonte. Atrás quedaron los días de soledad y consumo, aunque no olvida las lecciones aprendidas ni lo complejo que fue el proceso.

Su vida es una historia de transformación. «Yo pensaba que, si mis amigos hacían algo, yo también debía hacerlo para pertenecer», recuerda Juan sobre su adolescencia, cuando el alcohol y el tabaco fueron la puerta de entrada a un consumo problemático de otras drogas. Durante años, creyó que podía dejarlo solo, que era solo una fase. Pero con el tiempo, entendió que estaba atrapado en un círculo que lo alejaba de su familia, de sus sueños y, sobre todo, de sí mismo.

El punto de inflexión llegó con la salud. «Mis pulmones me dolían, mi cuerpo me pedía parar», cuenta. Su madre, siempre presente, fue el empujón que necesitaba. «Ella nunca dejó de creer en mí», dice con gratitud. Pero también hubo otro pilar fundamental en su recuperación: el Centro de Atención Ambulatoria en Salud Mental (CAASM) La Ronda, del Municipio de Quito.

Un espacio de apoyo y acompañamiento

Gracias a un amigo, Juan conoció los servicios municipales de prevención y tratamiento de adicciones. Desde el primer día, sintió que era un lugar distinto. «Cada vez que voy al Centro, me reciben con un abrazo, con una sonrisa. Es mi segunda casa», dice emocionado. Más allá del tratamiento, encontró un espacio donde se sintió comprendido, escuchado y apoyado. Es así que, Juan destaca la importancia de contar con profesionales capacitados en su proceso de recuperación.

El CAASM La Ronda, junto a otras unidades municipales, trabaja con adolescentes, jóvenes y adultos en situación de riesgo o vulnerabilidad para evitar, retrasar y reducir el uso consumo y consumo problemático de drogas. A través de un enfoque integral, ofrece atención psicológica, psiquiátrica, médica, ocupacional y nutricional. Además de programas de desarrollo de habilidades psicosociales, ocupacionales y productivas. También se implementan estrategias para reducir el uso nocivo del alcohol y se brindan espacios de apoyo grupal para la reducción del daño.

Un nuevo camino: música y emprendimiento

La música ha sido un pilar en su recuperación. «Me ayuda a salir de momentos difíciles, me conecta con mis emociones», explica. Toca la guitarra, canta y compone, compartiendo su talento en redes sociales. Pero no es su único proyecto: junto a su madre, ha encontrado en la repostería una forma de reinventarse. «Ella es una experta, y yo aprendo de ella mientras disfrutamos juntos», cuenta con orgullo. Con lo que nos comenta Juan, se evidencia que existen alternativas distintas al consumo de drogas para manejar las emociones, emplear saludablemente el tiempo libre, socializar y reinventarnos.

Hoy, con dos años de sobriedad, Juan es consciente de que el proceso de recuperación es un camino de autoconocimiento y compromiso, en el que siempre es mejor no entrar. «Uno sabe cuándo está en riesgo. Lo importante es confiar en uno mismo y evitar lugares o situaciones que puedan hacerte recaer», aconseja a quienes están en tratamiento o culminando su proceso.

Para aquellos que aún luchan con el consumo, su mensaje es claro: «No están solos. Siempre hay alguien dispuesto a ayudar. Existen lugares con herramientas y profesionales que pueden hacer la diferencia como el Centro del Municipio de Quito». Y sobre los prejuicios que rodean a las personas en recuperación, enfatiza: «No nos define un error. Somos humanos, cometemos errores, pero también podemos ser productivos y aportar a la sociedad», recordando que el consumo problemático de drogas es un problema de salud pública, que requiere acciones integrales.

El Municipio de Quito, a través de sus programas de prevención de drogas y tratamiento, sigue acompañando a personas como Juan, propiciando segundas oportunidades y construyendo un futuro con esperanza. Porque la recuperación es posible y, como dice Juan, “siempre hay una nueva canción por cantar y un nuevo sueño por alcanzar”.

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