Las hierbas y remedios ancestrales de la Plaza de San Francisco

El mundo de hoy está regresando a la comida natural, sin químicos. Lo mismo sucede con la medicina, en donde las plantas medicinales tradicionales vuelven a tomar protagonismo, crean senderos verdes en la parte urbana del Centro Histórico, a pocas cuadras del convento de San Francisco. Un conocimiento ancestral que es transmitido de generación en generación. A veces, es buena una limpia para purgar el cuerpo y devolverle las energías positivas, curar  el espanto, el mal de ojo o simplemente para que regrese la suerte.

El recorrido comienza en la calle Rocafuerte, entre Cuenca y Chimborazo, desde  la entrada de los locales se percibe los olores de Comino, Ruda, Canela, Orégano, Chanca Piedra, Mashua y Uña de Gato. Cada una detallada con un cartel para qué sirve o cómo se consume. Hay porciones de un dólar y se vende  también por libras.

Para los extranjeros que visitan estos lugares parecen ingredientes de una congregación de brujas que irán poniendo en algún caldero, mediante conjuros. Hasta compran algunas hierbas solo por el hecho de conocer parte de las costumbres ancestrales ecuatorianas o porque llama la atención aquellas plantas por sus: olores, colores, formas y sabores.

Pese a los avances en la medicina moderna, hay muchas enfermedades para las que la ciencia no encuentra respuesta. Varias personas acuden a tratamientos alternativos, ya sea porque los médicos no tienen un diagnóstico para los síntomas que padecen o porque simplemente confían más en la medicina tradicional. Ahora incluso esta práctica es reconocida por Organización Mundial de la Salud (OMS). Además si no busca esta ruta de hierbas medicinales por enfermedad puede hacer un recorrido turístico de la zona.

Eduardo Pichucho, de 54 años, tiene un local en la Rocafuerte e Imbabura, atiende el sitio desde hace 24 años, es una herencia de sus padres. La tienda está llena de costales no necesariamente de víveres sino de plantas secas. Ofrece Matico para infecciones, Flor Blanca para desinflamar las vías urinarias, la Chanca-Piedra para desinflamar el hígado  y riñones, también saca los cálculos; la Jamaica y Té verde para bajar de peso; la Uña de Gato para combatir la inflamación de la próstata y cáncer; Hierba Luisa y Cedrón sirven para el estrés; Pasiflora para la ansiedad y el estrés.

“Según la necesidad del cliente que indica que tiene tal o cual problema se sugiere una hierba. Se oferta por porciones de un dólar o por libras. La gente quiere ahora todo natural, sin muchos químicos. Los migrantes por ejemplo se  llevan al extranjero, a España y EEUU, porque en estos países no existen estas hierbas”, señaló Pichucho.

Caminando un poco más hacia el mercado de San Francisco, ubicado en la Rocafuerte y Chimborazo, se oferta toda variedad de frutas, hortalizas, carnes y verduras. A un costado, 12 locales llenos de hierbas medicinales que se destacan por su fragancia y forma.

Rosa Lagla de 64 años, trabaja 40 años dentro del mercado San Francisco es experta en limpias, sacar las malas vibras y malas energías. Ella es la cuarta generación dedicada a esta actividad. Tiene un convenio con una agencia de turismo y le visitan dos grupos de turistas extranjeros cada semana, quienes van a conocer cómo funciona y para qué sirven las hierbas medicinales ecuatorianas.

“La limpia tiene de base tres elementos principales: hierbas, colonia, trago y flores. Un paciente dice que tiene dolor de estómago se le indica que hierbas puede tomar como la Menta y Manzanilla. Mientras se hace la limpia se determina cuáles son los malestares y se elabora la receta.  Las fechas más demandas son: los martes, viernes y sábados, también por el 14 de febrero y fin de año. Una limpia para un niño requiere: Manzanilla, Ruda, Santa María para el caso de un adulto se pone Ortiga que le saca ronchas y mala energía. Esta hierbas provienen de Latacunga, Machachi, Ambato y del Oriente y una pocas de la costa.”, informó Lagla.

Blanca Ganchala de 65 años aprendió el oficio desde que tenía 10 años ofrece todo tipo de hierbas aromáticas y amargas  para la limpieza del hígado, la vesícula y del riñón; también acaba con el mal de ojo y la mala suerte. Para eso combina las plantas con los aceites de: Ruda, Clavel, Romero y Rosas  para dar masajes relajantes.

A todo esto se acompaña con un jabón denominado: “Abre Caminos”, “la Mano Poderosa” para sacar al cliente de brujerías o energías oscuras; el 7 por 7 que es colonia para cuando una persona adulta tuvo un susto y comenzó a adelgazar en su vida; la Gallina Negra para cuando una persona tiene mal de ojo o para trapear y santificar locales. “Por si acaso la sábila también sirve para el acné y espinillas que les salen hoy en día a los jóvenes”, reiteró Ganchala.

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