Incendios forestales causan alto impacto ambiental en Quito

Los bosques son fuentes de productos para la población. Maderas, leña, frutas, semillas, entre otros productos son ofrecidos por los bosques. También se ha comprobado que pueden generar algunos servicios ambientales como proteger la tierra de la erosión, refugios de vida silvestre, regulación de los sistemas hídricos, entre otros.

Por ello, el Municipio de Quito, a través de la Secretaría de Ambiente, reitera su llamado público a la ciudadanía para cuidar el Patrimonio Natural de la ciudad y tomar conciencia sobre las afectaciones a los bienes y servicios ambientales, que dejan como secuela los incendios forestales.

Así, unas de las principales causas para provocar incendios forestales en el DMQ, son las quemas agrícolas que provocan un alto impacto ambiental, dejando como resultado graves daños.

Las propiedades físicas del suelo sufren ciertos cambios considerables, especialmente, en la capa superior. Al mismo tiempo, la capacidad de retención de humedad se reduce, representando un problema en climas secos o estacionales.

El aumento de temperatura durante la quema puede conducir a pérdidas de nutrientes en las primeras capas del suelo. El nitrógeno, uno de los nutrientes básicos de las plantas, se puede reducir notablemente luego de la quema. También, puede haber pérdidas en importantes proporciones de fósforo e inclusive potasio.

Los microrganismos presentes en el suelo, son los que se encargan de descomponer el material orgánico presente, lo que contribuye a tener un suelo de buena calidad; con la presencia del fuego dichos microrganismos se ven severamente afectados.

El humo que se genera, producto de la quema agrícola, incide de manera significativa en la contaminación del aire, lo que también provoca enfermedades respiratorias a la población.

Las quemas agrícolas son de las principales causas que inducen a los incendios forestales, lo que también provoca una importante emisión de gases; principalmente de monóxido de carbono, lo que agrava el problema del calentamiento global.

Incendio en Nayón

En el caso del incendio forestal registrado en la parroquia de Nayón, el pasado 14 de julio del presente año, según los reportes presentados, los principales bienes afectados resultaron ser: madera y leña. Es oportuno considerar que la mayor parte de cobertura vegetal afectada corresponde a árboles de eucalipto.

Mientras que, entre los servicios ambientales que fueron afectados están la mitigación a deslizamientos, biodiversidad, regulación del sistema hídrico, regulación del clima local y fijación de carbono, entre los más relevantes.

Según la Secretaría de Ambiente, la recuperación de las áreas quemadas contempla dos procesos. El primero, relacionado con la recuperación de la cobertura vegetal, que es de corto y mediano plazo, según la cobertura afectada. El segundo se relaciona con la recuperación de las funciones ecológicas de los sitios afectados esto es de largo plazo y puede durar hasta décadas y más allá, dependiendo del nivel de afectación. En este caso, solo en referencia a la recuperación de cobertura vegetal.

En el caso de coberturas vegetales asociadas a masas boscosas de eucalipto, como en el caso del incendio forestal de Nayón y tomando como referencia incendios suscitados en el Parque Metropolitano Guanguiltagua, en el Cerro El Auqui, en el Pichincha, entre otros sitios del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ), durante los últimos 10 años, se estima que la recuperación de la cobertura vegetal sería de entre 3 a 5 años, dependiendo del grado de afectación del fuego.

La Secretaría de Ambiente del Municipio de Quito ejecuta, de manera conjunta con instituciones públicas, empresas privadas, universidades y barrios de la ciudad, de manera permanente la campaña “Adopta un Árbol”, a través del cual se reforestan con especies nativas espacios públicos y áreas de conservación, para cuidar el Patrimonio Natural.

Entre el 2015 y 2018, la entidad metropolitana logró cubrir la recuperación de cobertura vegetal, de una extensión total de 1.600 hectáreas (ha) en el DMQ, mediante la siembra de 196.000 árboles en zonas de incidencia.