Los mercados de abastos en Quito y Lima: dos contextos, una visión
- La estrategia de Quito, por la emergencia sanitaria, permite un acceso, de toda la ciudadanía, a alimentos de calidad de forma más territorializada y así disminuir la propagación del virus
- Se ha creado un espacio, entre estas dos ciudades, para el intercambio y construcción de experiencias en política pública que fortalecen la gestión de los mercados en un escenario actual
Los encuentros virtuales para discutir visiones y experiencias respecto a los mercados de abasto reúnen a expertos de Quito y Lima, quienes intercambian visiones y estrategias para la recuperación de estos espacios.
La Secretaría de Desarrollo Productivo y Competitividad fue parte de un conversatorio organizado por la Gerencia de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Lima cuyo objetivo fue repensar la gestión eficiente y segura de los mercados al considerarlos fundamentales en la gobernanza urbana y los sistemas alimentarios de las ciudades.
El diálogo giró en torno al análisis de los posibles escenarios durante y post-pandemia que permitan definir alternativas para hacer de los mercados centros de apropiación ciudadana y pilares en la reactivación productiva, social y cultural de Quito y Lima.
En este contexto, Ana María Huaita, investigadora de proyectos urbanos en mercados de Lima, sostiene que estos espacios constituyen centros activos de conexión social, de creación de tradiciones y de importancia económica, por lo que deben ser esenciales en la planificación urbana. “Con la normativa hacia la nueva convivencia, podríamos pensar en los mercados como espacios para esa convivencia, reconociendo las conexiones comunitarias que generan y el vínculo con los ciudadanos”, agrega Huaita.
Por su parte, Paola Ramón Yerovi, directora de Desarrollo Productivo, comentó la estrategia de abastecimiento de alimentos de la ciudad, en el contexto de la emergencia sanitaria para lograr un acceso de alimentos de calidad a toda la ciudadanía, de forma más territorializada, con la finalidad de disminuir la propagación del virus, e incluyendo estrategias de comercialización, logística y bioseguridad de acuerdo a las diferentes zonas de la ciudad para los 54 mercados y ferias existentes.
“Debido a esta emergencia que vivimos regresamos a ver a los mercados, cómo estos abastecen a toda la cadena alimentaria de la ciudad, y cómo influyen en la lógica cultural y social alrededor de los mismos, así también, la importancia que tienen incluso para la convivencia en los barrios”, acota la funcionaria.
Finalmente, Jéssica Huamán, regidora de la Municipalidad de Lima, destacó la necesidad de crear una mesa de trabajo permanente para la promoción de políticas para entornos alimentarios saludables que fomenten el intercambio de experiencias, como se ha logrado en Lima.
El siguiente paso en este trabajo conjunto será fomentar la inclusión entre niveles y actores que, desde sus espacios como ciudadanos y consumidores generen aportes para revalorizar a los mercados en el actual contexto de la emergencia sanitaria.
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